Los Getty, desde hace generaciones, son una de las familias más adineradas de todo el mundo, sin embargo, sus miembros han sufrido destinos que van desde lo triste hasta lo aterrador.
¿De qué te sirve todo el dinero del mundo si tu familia está maldita?
All the Money in the World es justamente el título de una cinta a punto de estrenarse que se desarrolla en torno a esta misma cuestión, también reflexiona sobre qué tanto puede servirte el dinero si estás podrido por dentro. El filme se enfoca en la familia Getty, una de las más importantes en la historia de Estados Unidos, la cual se convirtió en una de las más adineradas gracias a su líder, J. Paul Getty, quien comenzó un enorme imperio petrolero de forma independiente, y cómo a pesar de tener una de las fortunas más grandes de la historia se rehusó a pagar el rescate de su nieto, John Paul Getty III, casi llevándolo a su muerte.
El niño abandonado
«Si lo hacen con uno, pueden hacerlo con todos», dijo Paul Getty cuando fue cuestionado por sus familiares, pero su preocupación era genuina. Estaba convencido de que, si le daba el dinero a los secuestradores (17 millones de dólares), éstos podían secuestrar a sus otros nietos (que eran bastantes), dejándolo sin su fortuna; cuando en realidad, el dinero que producía había llegado a cantidades insólitas, ya que no tenía mucho de haber hallado petróleo en el Medio Este desde la segunda mitad del Siglo XX. Mientras tanto, John Paul, de apenas 16 años, era torturado constantemente ya que sus captores no obtenían respuesta, hasta que decidieron cortarle una oreja al joven y enviarla a los periódicos para llamar la atención de la familia.
Después de negociar con los secuestradores, el abuelo del joven los convenció de un pago de 2.9 millones de dólares, de los cuales sólo pagó 2.2, porque si pagaba un centavo más no sería deducible de impuestos. El mundo entero no podía creer la negligencia con la que el hombre adinerado había abandonado a su nieto. La actitud que mantuvo el magnate a lo largo de su vida lo llevó a criar una familia "envenenada" —como fue llamada por los medios—, y posiblemente marcó el destino de gran parte de sus miembros, quienes (se dice) son perseguidos por una maldición que los ha llevado por caminos desgraciados de tragedia y muerte.
Sólo hace falta ver la vida del adolescente secuestrado. Después de haber sido liberado, el chico (que ya era propenso a la adicción) regresó a las drogas, al alcohol y al abuso de medicamentos, lo que en pocos años lo llevó a sufrir un ataque cerebral y un fuerte daño al hígado, quedando así tetrapléjico y ciego por el resto de sus días. Pasó gran parte de su vida adulta en una silla de ruedas hasta que murió en 2011, a la edad de 54 años.
La madre adicta
Algunos aseguraban que la adicción del joven Getty fue provocada por la temprana muerte de su madrastra, Talitha Pol, en 1971, dos años antes de su secuestro. La mujer era un ícono de la moda en los 60 que ganó fama junto a su marido como figuras de la alta sociedad. Sin embargo, detrás de cámaras se convirtió en una adicta que murió en 1971 de una sobredosis de heroína (a pesar de que su certificado afirmaba que había sido un paro cardiaco provocado por alcohol y barbitúricos), uniéndose a otra serie de personajes que fallecieron en menos de un año, incluyendo a Jimi Hendrix, Edie Sedgwick y Jim Morrison, quien posiblemente murió por consumir las mismas drogas que la socialité.
El hijo que no pudo probarse a sí mismo
A los personajes anteriores se les une George Franklin Getty II, el primer hijo del líder J. Paul Getty, hombre que tuvo una vida difícil tratando de complacer a su padre, quien se negó a entregarle cualquier tipo de herencia o ayuda y que lo forzó a probarse a sí mismo para ganarse su respeto. Aunque lo logró, la leyenda cuenta que no soportó vivir a la sombra de su padre y decidió quitarse la vida con una sobredosis de drogas. Murió de una hemorragia cerebral a los 48 años provocada por exceso de sustancias en el cuerpo, lo cual, se dice, no tuvo un fuerte efecto en las emociones de su padre.
Y no se detiene ahí...
El hijo más joven del magnate, Timothy, murió a la corta edad de 12 años, ya que, cuando tenía apenas seis, un tumor cerebral puso en riesgo su vida. De acuerdo con la esposa de Getty de ese entonces, Teddy Lynch, el millonario se rehusó a cubrir los gastos médicos del joven y no pagó los servicios funerarios, además de que se negó a asistir a la ceremonia.
Aileen Getty, hermana de John Paul Getty III, nieta de Getty, a pesar de haber tenido suerte como socialité, teniendo incluso una relación con Christopher Wilding (hijo de Elizabeth Taylor y Michael Wilding) contrajo VIH y se convirtió en una adicta a la cocaína. Por fortuna, ha logrado tener una vida normal.
Por otra parte, Andrew Getty, otro nieto del magnate por parte de su hijo Gordon (el más joven), falleció hace unos años de formas misteriosas. Después de haberse separado de su pareja, ambos se reunieron, pero vivieron unos cuantos días de violencia hasta que él falleció en el baño de su hogar. Los médicos dijeron que fue por causas naturales o un accidente. El hombre tenía menos de 50 años.
Y aunque esto podría no ser una maldición, Gordon Getty, a quien acabamos de mencionar, parecía ser el único libre de ésta; sin embargo, recientemente se reveló que durante décadas estuvo viviendo una doble vida y tenía una familia escondida aparte de la suya, con tres hijos.
La película All the Money in the World retrata sólo una de las experiencias con la maldición, pero revela el espíritu oscuro de J. Paul Getty, su avaricia y el desinterés que tenía hacia su familia. No sabemos si esos sucesos están conectados, pero demuestran que no importa que una familia tenga todo el dinero del mundo, siempre puede haber algo que acabe con su seguridad. En estos casos, las drogas, las adicciones y el azar fueron los responsables, pero indudablemente la fortuna que llegó a juntar Getty tuvo un papel importante en cómo se desenvolvió la vida de estas personas.
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