Algunas historias están hechas para perdurar. Calan tan hondo en nuestra alma que duran pasando de boca en boca por cientos de generaciones.
Esta antigua leyenda oriental ha pasado de generación en generación durante mucho tiempo y hoy en día sigue siendo tan importante y sabia como lo fue en un principio. Si le prestas atención, encontrarás una gran enseñanza de vida en sus palabras.
La leyenda de la mariposa azul
Hace muchos años, un hombre enviudó y quedó a cargo de sus dos hijas. Él las cuidaba con el amor y cariño de un buen padre. Las niñas eran inteligentes y muy curiosas, nunca se cansaban de aprender. Cada día le hacían miles de preguntas a su padre y si bien él tenía algo de sabiduría y podía responderlas, algunas veces no era capaz de hacerlo y las niñas no podían satisfacer sus ansias de saber más.
Él hombre resolvió enviarlas a vivir por un tiempo con un sabio anciano que sería capaz de resolver todas sus dudas. Las niñas se beneficiarían de la experiencia y aprenderían del sabio hombre. Lo que pasó después fue inesperado incluso para las niñas.
El anciano era capaz de responder todas las preguntas de las niñas y saciar todas sus ansias de conocimiento, pero aun así no estaban contentas. Las niñas le harían una pregunta tan difícil que ni siquiera el más sabio de todos los ancianos sería capaz de responderla. En su habitación, las niñas maquinaron la pregunta perfecta y por la mañana pusieron manos a la obra.
Una de las niñas fue al bosque al amanecer y al regresar le enseñó a su hermana lo que fue a buscar: una mariposa azul envuelta en un delantal para que no se escape. Se puso la mariposa en la mano y le explicó a su hermana cuál sería la pregunta. Le preguntaría al sabio si la mariposa en su mano estaba viva o muerta. “Si responde que está viva, apretaré la mano y la mataré. Si responde que está muerta, la dejaré libre”. Respondiera lo que respondiera, el anciano estaría equivocado y las niñas tendrían su victoria.
Llegado el momento, las hermanas le preguntaron al anciano si la mariposa en su mano estaba viva o estaba muerta. El sabio, sonriente y tranquilo, simplemente les respondió: “Depende de ti, ella está en tus manos”.
La leyenda de la mariposa azul es una metáfora que refleja el presente y el futuro de nuestras vidas. Más específicamente, trata de enseñarnos como el presente y el futuro de nuestras vidas está únicamente en nuestras manos y no depende de nadie más que de nosotros. El problema es que muchas personas se niegan a asumir responsabilidad por sus vidas.
Estas personas prefieren señalar a otros por sus errores o faltas porque asumir sus errores es un trabajo difícil y requiere de autoconocimiento y tiempo, algo que muchas personas no están dispuestas o no saben dar. El secreto está en saber que tomaremos decisiones acertadas y desacertadas, y lo importante es ver ambas como un proceso positivo de aprendizaje que nos hará crecer como personas.
Todos tenemos una mariposa azul y es nuestra vida. Tenemos la opción de aplastarla o dejarla libre. La decisión es completamente nuestro y no podemos responsabilizar a nadie más por ella. Responsabilizarnos por nuestros actos es parte de nuestra vida y algo que todos debemos asumir.
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