miércoles, 27 de septiembre de 2017

Otro enorme iceberg se desprende de la Antártida y sus consecuencias podrían ser devastadoras


Apenas en julio de este año se alertó al mundo sobre un gigantesco iceberg que se había desprendido de la Antártida, hecho que provocó la preocupación entre la comunidad científica. El enorme pedazo de hielo es cuatro veces más grande que la Ciudad de México, midiendo cinco mil 800 kilómetros cuadrados, y está flotando en el Océano Antártico.

A sólo dos meses de ese dramático descubrimiento, el científico Stef Lhermitte, de la Universidad de Tecnología de Delft en los Países Bajos, ha asegurado que un nuevo iceberg se desprendió del glaciar Pine Island en la Antártida. Stef asegura que el nuevo desprendimiento sólo demuestra que «el glaciar está cayendo a pedazos».

Según datos dados a conocer por el científico, el gran bloque de hielo es cuatro veces mayor al tamaño de la isla de Manhattan, en Nueva York (266 kilómetros cuadrados). Su ruptura se produjo luego del desprendimiento del iceberg A68 de la plataforma de hielo Larsen C en julio pasado.
 
Una de las razones para que estos gigantescos pedazos de hielo estén desprendiéndose se ha atribuido al calentamiento de las aguas que rodean al continente antártico. Los científicos aseguran que las anormales temperaturas pueden derretir los bloques de hielo, haciendo que estos se desprendan.

Lhermitte aseguró que este nuevo suceso sería considerado como la quinta mayor ruptura en el Antártida desde el año 2000. También advirtió que el desplazamiento se está realizando a una velocidad acelerada.

Aunque es normal que muchos icebergs se liberen de los glaciares, en este caso el rompimiento se produjo en una sección interior, algo muy inusual. Stef Lhermitte asegura que esta no es la primera vez que el glaciar ha exhibido este comportamiento en los últimos años.

Imágenes satelitales «muestran el glaciar Pine Island claramente y parecen indicar que el iceberg está cayendo en pedazos», aseguró por Twitter a Daily Mail Stef Lhermitte.
 

 

Aunque recientes trozos de hielo se han roto de una parte flotante del glaciar, esto no contribuyen directamente a la subida del nivel del mar. Los científicos explican que los iceberg flotantes actúan como cubitos de hielo en un vaso de agua: cuando se derriten, el nivel de agua no cambia.

El problema es cuando estos iceberg crean barreras que detienen el hielo terrestre: cuando se pierde aumenta el nivel mundial del mar. Otro problema real es la pérdida de estas barreras que podrían producir cambios irreversibles en los océanos de la Tierra.

Expertos citados por el diario Washington Post aseguran que el glaciar Pine Island podría elevar el nivel del mar en 0.5 metros si se le permite seguir derritiéndose a este ritmo.

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