miércoles, 20 de septiembre de 2017

Turquía, extraordinario país


Pamukkale, una de las regiones con más encanto de Turquía, un paisaje blanco impresionante y extraño, significa “Castillo de algodón”. Está considerado, junto a la Capadoccia, uno de los lugares más bellos del mundo.

Turquía es un país laico: Turquía es un país laico que separa la religión de la política. Sin embargo la mayor parte de la población es musulmana. En las mezquitas se acostumbra orar a una hora específica pero la entrada está abierta para todo público. Se acostumbra entrar con los pies descalzos y en silencio ya que puede haber gente orando.

Los turcos ayunan un mes entero; En el mes de Ramadán (mayo-junio) muchos de los locales se abstienen de comer durante el día. El ayuno empieza antes del amanecer y se interrumpe al ocultarse el sol. Los viajeros que permanezcan en Turquía durante ese mes deberán adaptarse a las costumbres locales. Se les recomienda no beber en público, ya que muchas personas aún existen personas muy conservadoras.

Tiene uno de los mercados más grandes del mundo: El Gran Bazar de Estambul, o Kapalı Çarşı, data de 1455, fue establecido poco después de la conquista otomana de Constantinopla. A lo largo de los siglos se ha se ha extendido a más de 3,000 tiendas a lo largo de 61 cuadras.

Tratan mejor a los niños que los adultos: Los niños son mejor atendidos que un adulto, los turcos son muy amables con ellos al grado de darles su asiento en el autobús. Existen diversas actividades para ellos como “Miniaturk” un parque de monumentos miniatura. Además a lo largo de todo el país hay parques acuáticos y de aventura para los peques.

Su bebida nacional está hecha a base de yogurt: El Ayran una bebida a base de yogurt, sal y agua que se toma ente comidas. Es muy popular entre los turcos de todas las edades. Se prepara con leche de oveja por lo que su consistencia es espesa y acida.

Es hogar de la primera iglesia cristiana: Se cree que esta Iglesia-Cueva fue excavada por el propio apóstol Pedro para comunidad cristiana de Antioquía. Se le conoce internacionalmente por ser tratarse la primera iglesia cristiana. 


Cortarse la uñas de noche es de mala suerte: La noche es una parte importante de muchas supersticiones turcas, como era de esperarse, a menudo se asocia con mala suerte. Por eso los turcos no se cortan sus uñas por la noche ya que creen que acorta la vida. Tampoco barren su casa por la noche se cree que traer la pobreza en su hogar.

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