martes, 27 de junio de 2017

Cristo Redentor, Brasil

El nombre original del morro del Corcovado fue Pico da Tentação (Pico de la Tentación): En el siglo XVI los primeros conquistadores portugueses le pusieron ese nombre, en honor a la montaña donde, según la Biblia, Jesucristo fue tentado por el diablo. Un siglo más tarde el morro cambió de nombre por el de Corcovado, haciendo referencia a su forma que recuerda a una corcova o joroba (en español).

Llevó más de medio siglo hacer realidad la idea: La idea original de levantar una estatua de Cristo sobre la cima del morro Corcovado fue del religioso Pedro María Boss y contó con el apoyo de la princesa Isabel de Portugal. Sin embargo la idea no se retomó hasta 1921, como parte de las celebraciones por los cien años de la independencia de Brasil, iniciándose la construcción en 1926.

La estatua del Cristo Redentor fue construida en Francia: En el momento de su creación se pensó que Brasil no contaba con personas con la suficiente cualificación como para desarrollar semejante obra de arte. La estatua, llegó a Brasil en cientos de partes, sólo la cabeza estaba formada por 50, y fue montada en sentido inverso al que se podría esperar, es decir desde la cabeza hasta los pies.

El corazón de la estatua es la única parte que tiene una forma perfecta tanto por fuera como por dentro: De hecho, en el interior del corazón hay una botella que contiene el árbol genealógico de Héctor Levi, un judío que fuera el constructor responsable de la obra y que se convirtió al catolicismo después de salvarse de morir en un grave accidente. De esta manera, el constructor simbolizó la entrega de él y su familia al Cristo Redentor.

El brazo izquierdo del Cristo es 40 centímetros más pequeño que el brazo derecho: Esta diferencia de tamaño se debe a que los brazos fueron diseñados como la vela de un barco, y con estas medidas se consigue que la escultura pueda ser capaz de resistir vientos de hasta 150 kilómetros por hora.



La estatua del Cristo Redentor es completamente hueca, a excepción de las manos: En el interior de la estatua hay una estrecha escalera metálica que permite llegar a las 4 salidas que hay hacia el exterior, 2 en cada brazo y una en la parte superior de la cabeza. La entrada a la escultura está en un lateral, bajo el brazo derecho del Cristo, pero para llegar a ella primero hay que subir a la parte de arriba del pedestal donde está la capilla, curiosamente éste no tiene una subida por su interior, así que la única forma de alcanzar la entrada a la estatua es colocando por fuera una escalera de mano o un andamio que salve los 8 metros de altura del pedestal. En cualquier caso la subida a la majestuosa estatua sólo está permitida a los encargados del mantenimiento y reparación o a unos pocos afortunados, con permiso expreso de la iglesia.

La estatua del Cristo Redentor sí tiene pies: Aunque no pueden verse desde abajo, los pies descalzos del Cristo Redentor se asoman por debajo la túnica. Otra cosa que no es fácil de ver es que en la cabeza lleva una especie de corona de espinas que en realidad hace las veces de pararrayos.

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