Si existe un infierno tiene que ser muy parecido a Alepo.
O a Palmira. O cualquiera de las ciudades sirias que, sumidas en una guerra
desde hace más de cinco años, son el escenario de los crímenes más inhumanos
que se puedan imaginar. Esto no es una valoración subjetiva; lo dicen los
hechos, las cifras, los testimonios de los que consiguen escapar, las denuncias
de las ONG que luchan por trabajar sobre el terreno, las peticiones de ayuda de
los organismos internacionales... Pero, al final, la gran mayoría mira a otro
lado. Los días pasan, los esfuerzos diplomáticos por una solución al conflicto
no dan frutos y los muertos no dejan de aumentar.
Alepo fue una vez la ciudad más grande de Siria, con una
población de unos 2,3 millones de ciudadanos. También fue el centro industrial
y financiero del país, además de ser declarada Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco. Alepo era famosa por su ciudadela del siglo XIII, mezquita del siglo
XII y por los grandes mercados cubiertos o zoco. De todo aquello sólo
quedan las fotografías. En esta, de la agencia AFP, se ve cómo ha quedado
completamente destrozada.
Y Palmira. ¿Recuerdas Palmira? Es uno de los seis lugares
de Siria declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. Poco queda a día de hoy
de aquella maravilla, convertida ahora un enclave disputado. Cayó en mayo de
2015 en manos de los yihadistas. A finales de marzo de este año los militares
sirios, apoyados por Rusia, recuperaron el control de la zona. Este mes de
diciembre los radicales del Estado Islámico han conseguido entrar en la ciudad,
reconquistando en cuatro días lo que al régimen sirio le costó semanas con
ayuda rusa.
La amenaza del Estado Islámico en Siria, lejos de
desaparecer, es cada vez mayor: más de 4.000 yihadistas han atacado Palmira
desde varios frentes, según la agencia oficial Sana.
Muertos: Entre 320.000 y 450.000 personas han perdido la
vida y 1,5 millones han resultado heridas durante los seis años de guerra en
Siria. Un tercio de las víctimas mortales son civiles.
Ataques aéreos de la coalición internacional: La
coalición internacional liderada por Estados Unidos ha realizado desde
septiembre de 2014 aproximadamente 7.000 ataques aéreos sobre objetivos de Al
Qaeda e ISIS en Siria.
Tras una guerra, la economía del país queda siempre
devastada. Solo hay que recordar la Europa de la posguerra y los largos años de
recuperación económica. En Siria, a consecuencia de la guerra, se ha
perdido el equivalente a 5 veces su PIB. Como consecuencia, el 80% de la
población está hundida en la pobreza.
Han tenido que pasar cinco años y la muerte de miles de personas para que la
comunidad internacional comience a trabajar seriamente en un alto al fuego
permanente en el país.
De momento, desde el 27 de febrero se mantiene un frágil
acuerdo, el presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado que procederán a una
retirada completa de las tropas rusas al considerar que "el trabajo ya
está hecho".
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