El investigador de culturas orientales Vyacheslav Ruzov
en uno de sus artículos se refirió a la experiencia de los sabios de la India.
Él razonó sobre lo que es el misterio y de lo que en realidad no hay que
difundir en público.
1. Lo primero que no es necesario difundir son tus
planes para el futuro. Evita hablar de ellos hasta que estos no se cumplan.
Ninguna de nuestras ocurrencias son ideales, es más, tienen una gran cantidad
de debilidades, por lo cual es muy fácil golpearlas y destruirlas todas.
2. En segundo lugar, no debes compartir el misterio
de tu caridad. Un buen acto es algo extraordinario en este mundo, y justo por
eso debes guardarlo como tu tesoro más valioso. No te alabes por tus buenas
obras. Este tipo de actitud puede conducir rápidamente a la arrogancia, y esta
no es la mejor característica que puedes tener. ¿De acuerdo?
3. En tercer lugar, no hay que demostrarle a todo
el mundo tu austeridad. No comentes de un lado a otro tus limitaciones en tu
alimentación, sueño, relaciones sexuales, etc. La austeridad física trae
beneficios, solo si está en armonía con tu parte emocional.
4. En cuarto lugar, es necesario callar sobre tu valentía
y heroísmo. Todos nosotros nos enfrentamos a diferentes tipos de pruebas cada
día. Unos reciben pruebas externas y otros internas. Las pruebas externas se
ven, y por ser vistas, la gente recibe recompensas, pero nadie se da cuenta de
la superación de las pruebas internas, por eso por ellas no se recibe ninguna
recompensa.
5. En quinto lugar, no vale la pena divulgar tu
conocimiento espiritual. Es solamente tuyo y no hay por qué compartirlo con
nadie. Revélalo a otros solo en caso de que sea realmente necesario, no solo
para ti, sino también para los demás.
6. En sexto lugar, y en especial, lo que no debes
compartir con otros son tus conflictos de hogar y vida familiar. Recuerda,
mientras menos hables de los problemas de tu familia, más fuerte y estable
será. Las discusiones son para deshacerte de la energía negativa que se ha
acumulado en el proceso de diálogo. Mientras más hables de tus problemas más
creerás en ellos.
7. En séptimo lugar, de lo que no vale la pena
hablar es de palabras feas que escuchaste de alguien durante tu jornada. Te
puedes manchar las botas en la calle, como también puedes manchar tu
conciencia. La persona que al llegar a casa cuenta todo lo tonto que ha
escuchado por la calle, no se diferencia de la persona que llega a casa y no se
quita los zapatos.
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