Puede ser vista desde la Luna o el espacio: Yang
Liwei, uno de los astronautas que participaron en el primer vuelo chino
al espacio, afirmó que la construcción no podía ser vista desde la
órbita. Con esto se dio por sepultada cualquier teoría o creencia al
respecto que ha permanecido implantada en la creencia popular desde hace
varios siglos. El origen de esta información equivocada data de 1754,
cuando el anticuario inglés William Stukeley afirmó, al referirse al
muro de Adriano, sin ningún fundamento que «esta asombrosa muralla sólo
es superada por la muralla china, que forma una considerable figura
sobre el globo terrestre, y que podría ser vista desde la Luna». Esta
fascinante construcción no puede ser vista ni siquiera desde la Estación
Espacial Internacional (ISS) que orbita alrededor del planeta. Sólo las
pirámides de Gizeh pueden ser vistas desde la ISS.
Miles de cadáveres están escondidos detrás de sus muros: Los trabajadores que morían en la construcción del muro eran sepultados en las inmediaciones o en los terrenos cercanos pero jamás dentro de la muralla. Un cadáver en descomposición afectaría gravemente la estructura de la construcción, por lo que sería impensable que los ingenieros tuvieran la ocurrencia de hacerlo. Se estima que un aproximado de un millón de personas murieron durante el tiempo que duró la construcción de la muralla. De hecho, jamás se han encontrado cuerpos emparedados que prueben esta aseveración.
Sus pasillos y corredores son capaces de albergar hasta cinco caballos uno junto al otro: Esto es posible sólo en algunos sectores. La estructura y el ancho de la muralla en algunas partes sólo permite que una sola persona pueda caminar. Al tratarse de una construcción que en algunas partes corre por terrenos tan irregulares no es posible que sea tan ancha. En algunas zonas incluso los ejércitos tenían que desfilar por debajo del muro ya que no había el espacio suficiente para que lo hicieran sobre las pasarelas.
La muralla siempre ha sido un orgullo nacional y de vital importancia para los chinos: En realidad fue hasta el siglo XX, cuando los turistas comenzaron a llegar a China atraídos por esta colosal construcción, que los chinos comenzaron a revalorarla y considerarla pieza importante de su pasado. Es probable que la asociación que varios historiadores hicieron entre esta construcción y el primer y tiránico emperador chino Qin Shi Huang tuviera una repercusión negativa en el país. Hoy forma parte de sus principales atractivos turísticos e incluso llegan a realizarse en ella importantes eventos como un maratón y un festival de música electrónica.
Es una sola y gigantesca muralla: La verdad es que son varias construcciones que a lo largo de los siglos se fueron “uniendo” hasta formar una sola. En algunas partes, las estructuras poseen un estilo diferente al resto y no todas las partes de la muralla permanecen de pie. Algunas están sepultadas bajo el agua, llenas de maleza o casi desmoronándose. En ciertos puntos, los muros se bifurcan en hasta cuatro o cinco hileras que rompen con la majestuosidad que poseen las partes restauradas exhibidas al público.
Fue construida para repeler a los mongoles: Esto forma parte de los muchos mitos extendidos sobre esta construcción. Los mongoles aparecerían en la historia muchos años después de que la muralla comenzara a ser erigida. Se sospecha que su fin principal fue repeler a los Xiongnu, antepasados de los hunos. A lo largo de sus existencia se sospecha que no sirvió sólo para detener o evitar la llegada de un solo ejército sino de varios.
En
1987 esta maravilla de la historia humana fue declarada por la Unesco
patrimonio de la humanidad. Además de todo lo relacionado a ella, hay
otros 30 hechos históricos que cualquier persona culta debe saber para entender la evolución de la humanidad.
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