El primer asesinato se produjo en Atapuerca: El primer asesinato del que se tienen pruebas sucedió hace unos 430.000 años en Atapuerca (Burgos). La víctima fue el dueño del cráneo 17, que tiene marcas de dos fuertes golpes realizados de arriba hacia abajo, lo que descarta el accidente. Del arma solo se sabe que se trataba de un objeto contundente y del agresor, que era diestro.
Un rey analfabeto: Durante siglos, que un rey no supiera leer no era raro. Por ejemplo, Carlomagno no sabía leer y sin embargo emprendió un pequeño "renacimiento" durante su reinado. Otra cosa era que a finales del siglo XVII, cuando la lectura estaba extendida entre las clases más pudientes, un rey no supiera leer. Fue el caso de Carlos II, llamado el Hechizado, aunque probablemente ese era el menor de sus problemas: no habló correctamente hasta los 10 años y al caminar debía apoyarse en algo para no caer. Como rey, delegó el gobierno, lo que no le fue mal: durante su reinado no hubo ninguna bancarrota, a diferencia de su padre, su abuelo y su bisabuelo. Su mayor carencia fue no dar un heredero a la Corona, lo que provocaría a su muerte la Guerra de Secesión.
Maquillaje para evitar infecciones: El maquillaje no es nada nuevo y para comprobarlo solo hay que ver a los antiguos egipcios. Mucho antes de la primera barra de labios, en Egipto ya se maquillaban los ojos con kohl fabricado con plomo, que prevenía las enfermedades infecciosas en los ojos. Y desde luego, el maquillaje no era solo cosa de mujeres: hombres y niños se aplicaban igualmente el kohl.
¡Naranjas de la China!: Ahora sabemos que las naranjas vienen de la China (o de India), pero cuando los primeros viajeros españoles llegaron a China y vieron algo tan corriente aquí como una naranja, no se lo podían creer. Ese es uno de los posibles orígenes de la expresión. Otra es que los vendedores anunciaban naranjas de China cuando todavía no era posible traerlas en buenas condiciones, pero los clientes no picaban. En cualquier caso, el origen de la propia palabra "naranja" es curioso: procede del sánscrito y de allí pasó al árabe. Fueron ellos quienes las trajeron a España y de la pérdida de letras del español "naranja" se pasó a lenguas como el inglés. Sin embargo, en árabe suena "bortuqal", igual que Portugal, ya que los portugueses trajeron en el siglo XVI nuevas variedades desconocidas hasta entonces.
La invención de la silla eléctrica: Ajusticiar a personas no fue el uso original de la silla eléctrica, sino que era una estrategia de marketing. Su inventor fue Harold P. Brown, un empleado de Thomas Edison durante la llamada "guerra de las corrientes". Edison utilizaba la corriente continua, pero vio como Nikola Tesla ideó la corriente alterna, que permitía transportarla más lejos sin pérdidas. Para convencer al público de su peligrosidad, Brown creó la silla eléctrica, con la que electrocutaron a varios animales, entre ellos un elefante. De poco les sirvió cuando el propio Tesla se expuso a la corriente sin sufrir daños. Para lo que sí fue útil el invento fue para convencer al Estado de Nueva York de que este método era más "humano" que el de la horca.
León V, señor de Madrid, Guadalajara y Ciudad Real: ¿Cómo un rey de Armenia terminó siendo señor de Madrid, Guadalajara y Ciudad Real? Pues por un arranque de generosidad de Juan I de Castilla. León V había sido hecho prisionero en 1375 por los mamelucos y llevado a El Cairo. Los reyes de Castilla y Aragón y el papa Clemente VII se decidieron a ayudarlo para que fuese liberado, pero finalmente ni Pedro IV ni el pontífice le dieron dinero. Para que se pudiera mantener, Juan I le otorgó el señorío de Madrid, Andújar, Guadalajara y Villarreal (hoy, Ciudad Real) y una renta de 150.000 maravedíes. Sin embargo, fue tan impopular entre los madrileños, centrado solo en llevarse dinero, que Juan I prometió que nunca más volvería a regalarla.
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